Menú principal

Ir al contenido principal
Ir al contenido secundario
  • Psicólogo online
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Estrés
  • Fobias
  • Otros tratamientos

Navegación de entradas

← Entradas más antiguas
Entradas más nuevas →

El efecto halo

Posted on 05/09/2012 por clicpsicologos
Responder

Lo que se conoce en psicología como efecto halo es un atajo frecuente de la percepción humana, que consiste en valorar a las personas a partir de un rasgo sobresaliente, positivo o negativo, y generalizar a partir de esa primera impresión hacia características que posiblemente nada tienen que ver. Por tanto, conviene conocer este mecanismo evolutivo, ser conscientes de su poder para tratar de evitar errores perceptivos y en general ser más precisos y libres a la hora de realizar valoraciones o juicios.

Aunque ya se encontraba en la sabiduría popular, los primeros estudios oficiales sobre este sesgo cognitivo los realizó el psicólogo estadounidense Eduard Thorndike, quién en 1920 evidenció su influencia estudiando la opinión de oficiales sobre sus subordinados. Sin embargo, según parece, los asesores de Nixon no tuvieron en cuenta el mismo a la hora de planificar la campaña electoral de 1960, lo que le supuso perder la presidencia de EE.UU. frente al televisivo Kennedy.

Tradicionalmente, la publicidad se ha aprovechado de este sesgo y lo ha explotado al máximo, afectando al consumo, a la política, al arte, a la moda, etc. Además de la tendencia a valorar a las personas por la imagen, el efecto halo también supone asociar las características de un producto sobresaliente con la imagen de la marca. Por ello, cuando se descubre un nuevo e interesante producto que tiene buena acogida, las compañías los asocian lo máximo posible a su marca, ya que esta vinculación realza las bondades del resto de productos (de forma irracional) y se disparan las ventas.

El efecto halo también tiene su contrapartida y se conoce en psicología como efecto halo negativo o “devil effect” al fenómeno de atribuir características negativas a las personas por su imagen o a las marcas por alguno de sus productos. Debido a este fenómeno nos sorprende tanto la incongruencia del aspecto físico y el talento, y cuando se combinan estos dos componentes salta la noticia como si fuera algo inaudito.

Resumiendo: “la primera impresión es la que cuenta”. Hay que conocer el efecto halo y saber aprovechar sus  ventajas, por ejemplo, a la hora de acudir a una entrevista de trabajo, pero al mismo tiempo hay que esforzarse por filtrar la información y defendernos de este sesgo cuando tenemos que realizar un juicio, ya sea a la hora de elegir pareja o al realizar pequeñas compras.

Publicado en psicólogo | Etiquetado clicpsicologos, devil effect, efecto halo, efecto halo negativo, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, sesgo, sesgo cognitivo, terapia, thorndike. | Deja un comentario

El Trastorno Narcisista

Posted on 05/09/2012 por clicpsicologos
2

El Narcisismo supone una alusión al mito de Narciso, es decir, amor a la imagen de sí mismo. De hecho, según la mitología griega, al ir a beber a un arroyo, Narciso se fascinó enormemente por la belleza de su propio reflejo en el agua, sin atreverse a beber por miedo a dañarlo e incapaz de dejar de mirarlo. Finalmente murió contemplando su reflejo y la flor que lleva su nombre creció en el lugar de su muerte.

El concepto de Narcisismo fue introducido en el ámbito de la Psicología a partir del Psicoanálisis de Sigmund Freud, con su obra “Introducción del Narcisismo”. No obstante este término ha ido evolucionando y en la actualidad los psicólogos lo emplean para referirse a una serie de rasgos propios de la personalidad normal que, sin embargo, también puede aparecer como una forma patológica extrema en determinados trastornos de la personalidad, tales como el Trastorno Narcisista de la Personalidad. 

Con respecto al Trastorno Narcisista de la Personalidad, se engloba dentro de los denominados trastornos de la personalidad, que se manifiestan como patrones permanentes e inflexibles de experiencia interna y de comportamiento, que se apartan de las expectativas de la cultura del sujeto, que son estables a lo largo del tiempo y que le generan diversos malestares o perjuicios al individuo o a los que le rodean. La característica esencial del Trastorno Narcisista es que se manifiesta en el sujeto como un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y una marcada falta de empatía para con las demás personas. Los sujetos con este trastorno tienden a sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos y cualidades, con lo que habitualmente suelen ser percibidos como excesivamente orgullosos o presuntuosos. Este trastorno suele manifestarse durante la adolescencia, siendo más frecuente en hombres que en mujeres.

El área de las relaciones interpersonales se encuentra profundamente afectada en los sujetos que padecen un Trastorno Narcisista de la Personalidad, ya que tienden a creerse únicos y superiores a las personas que les rodean, necesitando un continuo reconocimiento por parte de los demás para sentirse satisfechos. Además, estos sujetos suelen pensar que sólo les pueden comprender o que sólo pueden relacionarse con otras personas especiales o de alto status. 

Otra característica de los sujetos que padecen un Trastorno Narcisista de la Personalidad es su marcada falta de empatía. En este sentido, es frecuente que presenten dificultades a la hora de reconocer e interpretar los sentimientos y emociones de los demás, mostrando en todo momento comportamientos arrogantes, soberbios y centrados única y exclusivamente en sí mismos. Además, a pesar de que los sujetos que padecen este trastorno demandan continuamente la atención de las personas que les rodean, lo cierto es que su autoestima suele ser bastante frágil. De hecho, aunque tal vez no lo demuestren abiertamente, las críticas pueden obsesionar en exceso a estos sujetos, haciendo que se sientan humillados, degradados, hundidos y vacíos. De este modo, dichas experiencias suelen conducir al retraimiento social o a una apariencia de humildad que puede enmascarar y proteger la grandiosidad. Por tanto, las relaciones interepersonales están habitualmente dañadas, debido fundamentalmente a los problemas derivados de su necesidad de admiración y de la relativa falta de interés por la sensibilidad de los demás.  

Finalmente, destacar que los rasgos de personalidad narcisistas son bastante frecuentes, apareciendo incluso en sujetos que han conseguido éxito y prosperidad en sus vidas. No obstante, estos rasgos sólo constituyen un Trastorno Narcisista de la Personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos y persistentes, ocasionando un deterioro funcional significativo o malestar subjetivo en el individuo.

 

Publicado en psicólogo | Etiquetado autoestima, clicpsicologos, emociones, empatía, Freud, narcisismo, narciso, personalidad, psicoanálisis, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, rasgos de personalidad narcisistas, sentimientos, Sigmund Freud, terapia, Trastorno Narcisista de la Personalidad, trastornos de la personalidad | 2 Respuestas

Estereotipos de género y discriminación

Posted on 22/08/2012 por clicpsicologos
2

Los estereotipos de género constituyen un tema de actualidad y ampliamente estudiado por los psicólogos. Pueden definirse como un conjunto de creencias compartidas socialmente acerca de las características que poseen hombres y mujeres, que se suelen aplicar de forma indiscriminada a todos los miembros de uno de estos grupos.

El estereotipo femenino suele estar compuesto por creencias tales como que las mujeres son emocionales, débiles, sumisas, dependientes, comprensivas, cariñosas y sensibles a las necesidades de los demás. No obstante, esto no quiere decir que en realidad lo sean, tan sólo que tienden a ser percibidas de este modo. Por otra parte, según el estereotipo masculino, los hombres son duros, atléticos, dominantes, egoístas, agresivos, competitivos y con tendencia al liderazgo. Sin embargo, esto tampoco se corresponde necesariamente con la realidad, sino que se trata de una percepción generalizada.

Algunas explicaciones sobre el origen de los estereotipos de género destacan su importante función de justificación y mantenimiento del status quo. Por tanto los estereotipos sirven para regular la sociedad y asignar a cada miembro de ella su papel, contribuyendo a mantener el status quo y las relaciones de poder.

Asimismo, los estereotipos de género responden a la necesidad de encontrar una explicación psicológica a los hechos sociales. De este modo, se tiende a racionalizar las relaciones injustas entre hombres y mujeres aludiendo a diferencias en determinadas características que conforman el estereotipo, justificando con ello la existencia de las conductas discriminatorias. Por ejemplo ante la pregunta “¿Por qué hay tan pocas mujeres directivas?, una posible respuesta estereotipada sería la siguiente: “porque carecen de las cualidades que se requieren para desempeñar estos puestos”.

Los estereotipos de género, al igual que el resto de los estereotipos, simplifican el procesamiento de la información a través de la categorización, lo que posibilita una evaluación rápida sobre una persona, grupo o situación. Sin embargo, y aunque este aspecto pudiera parecer positivo a simple vista, lo cierto es que el hecho de no tener en cuenta las características individuales suele derivar en interpretaciones sesgadas e imprecisas, dando lugar a situaciones extremadamente negativas en las que se justifican y legitiman actitudes discriminatorias y sexistas hacia las mujeres.

Por último destacar que los estereotipos de género también actúan en detrimento de los hombres, si bien su impacto suele ser menor, debido sobre todo a la tendencia estereotipada de atribuir a las mujeres un papel subordinado en la sociedad, que ha ocasionado que sean objeto de discriminación en mayor medida.

Publicado en psicólogo | Etiquetado clicpsicologos, creencias, estereotipo femenino, estereotipo masculino, estereotipos de género, hombres, liderazgo, mujeres, procesamiento de la información, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, terapia | 2 Respuestas

Factores psicosociales y enfermedad

Posted on 13/07/2012 por clicpsicologos
1

Desde hace varios años, los estudios de diversos psicólogos han constatado que las variables de tipo psicosocial modifican de forma importante la función inmunológica. La investigación en este ámbito se ha centrado fundamentalmente en el contexto del estrés psicosocial y en la influencia de los estados emocionales negativos, en particular de la depresión, como elementos moduladores del sistema inmune. De este modo, los tipos de situaciones estresantes que parecen inducir efectos negativos sobre la competencia inmunológica son muy diversos, si bien, al margen de las condiciones de estrés experimental o de estrés pre o posquirúrgico, suelen predominar aquellas situaciones que implican alguna forma de estrés psicosocial.

En relación con lo anterior, la evidencia empírica más amplia y más consistente proviene de los trabajos elaborados por un grupo de psicólogos de la Universidad de Ohio, que constataron que los sucesos vitales mayores guardan una gran relación con el funcionamiento del sistema inmunitario. Por tanto diversas situaciones relacionadas con el desempleo, estrés académico, divorcio y separación, son capaces de inducir decrementos significativos en los niveles de inmunocompetencia. Por otra parte, también demostraron  que las situaciones de estrés agudo tienden a producir un incremento en las respuestas emocionales depresivas y un efecto inmunosupresivo, mientras que las exposiciones a estresores crónicos se asocian con el desarrollo de determinados tipos de cáncer.

Uno de los estudios más relevantes en relación con los factores psicosociales y su influencia en el desarrollo de ciertas enfermedades, es el que llevaron a cabo Herbert y Cohen. Entre las conclusiones más importantes que obtuvieron cabe destacar las siguientes:

  • El estrés se asocia con un descenso en la capacidad de inmunocompetencia linfocitaria, es decir, la exposición a situaciones de estrés aumenta las probabilidades de padecer un cáncer.
  • Es posible incrementar la función inmune mediante estrategias de intervención focalizadas en la reducción del estrés.
  • Los ejercicios aeróbicos en general y el hecho de mantener una buena condición física son factores que se asocian positivamente con las respuestas del sistema inmunológico y con la resistencia a la enfermedad.
  • Los estresores mayores pueden generar trastornos afectivos tales como la ansiedad y la depresión, todo ello debido a una disminución en el nivel de competencia del sistema inmunológico.

Por último, señalar que los decrementos de la respuesta inmunológica motivados por factores psicosociales, se asocian fundamentalmente con las siguientes enfermedades y patologías:

  • Cáncer.
  • Alergia y problemas de piel.
  • Artritis reumatoide.
  • Enfermedades infecciosas (enfermedades causadas por virus, bacterias y hongos).
  • Trastornos cardiovasculares.
  • Trastornos gastrointestinales (úlcera péptica, síndrome de intestino irritable…).
  • Trastornos respiratorios (asma bronquial).
  • Diabetes Mellitus.
  • Dolor crónico.
Publicado en psicólogo | Etiquetado alergia, ansiedad, artritis reumatoide, cáncer, clicpsicologos, depresión, desempleo, diabetes mellitus, divorcio, dolor crónico, ejercicios aeróbicos, enfermedad, enfermedades, enfermedades infecciosas, estrés, estrés académico, estrés agudo, estrés psicosocial, estresores crónicos, factores psicosociales, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, separación, sistema inmune, sistema inmunitario, terapia, trastornos afectivos, trastornos cardiovasculares, trastornos gastrointestinales, trastornos respiratorios | 1 Respuesta

Motivación de Poder

Posted on 04/07/2012 por clicpsicologos
6

La definición que los psicólogos han proporcionado con respecto al motivo de poder resulta bastante ambigua. De este modo, Winter y Stewart conceptuaron la necesidad de poder como una tendencia estable para tener impacto, control e influencia sobre los demás. El impacto permite iniciar y establecer el poder, mientras que el control ayuda a mantenerlo y la influencia permite extender o recuperar el poder. Las personas con afán de poder elevado se suelen definir como individuos que disfrutan mandando, usando la autoridad, asumiendo responsabilidades y desempeñando funciones que les otorguen prestigio ante los demás. Todas estas definiciones comparten en común la idea de ejercer influjo sobre otras personas, grupos o poblaciones. No obstante, la variabilidad puede ser enorme cuando se trata de concretar el concepto de influencia, ya que en unos casos se interpreta como dominio, control o persuasión; en otros se concibe como guía o consejo y finalmente en otros la influencia puede significar contribución al beneficio ajeno.

McClelland diferenció dos modalidades distintas de expresión del poder, de índole personal y social respectivamente. El poder personal se caracteriza por el deseo de dominio sobre los demás y se relaciona estrechamente con la competitividad y la agresión. El poder social, por el contrario, es una motivación más elaborada que tiene por objeto contribuir al beneficio de los demás. Por tanto, la finalidad última de estas dos modalidades de poder se muestra bien distinta.

La investigación psicológica se ha centrado en el análisis empírico del poder personal, más que del poder social. De hecho, algunos psicólogos indagaron la relación existente entre deseo de poder y agresividad, evidenciando cómo las personas, tanto hombres como mujeres, con alta motivación de poder manifiestan más impulsos violentos. Es interesante destacar que, de acuerdo con los resultados obtenidos, el motivo de poder no se vincula tanto con los comportamientos agresivos como los deseos de agresividad, frecuentemente contenidos.

Teniendo en cuenta que la sociedad controla e inhibe, a menudo, los actos abiertos de agresividad, se puede interpretar que las manifestaciones agresivas del motivo de poder se expresan a través de impulsos agresivos. Por tanto, es frecuente que, cuando se prescinde de las inhibiciones sociales impuestas (por ejemplo consumiendo alcohol), los individuos con deseo de poder exhiban conductas agresivas. Las inhibiciones sociales contra los comportamientos agresivos quedan disminuidas igualmente por efecto del estrés y de los acontecimientos vitales negativos.

Por otra parte, el motivo de poder también se ha relacionado con la búsqueda y el ejercicio de puestos de responsabilidad en organizaciones voluntarias e instituciones. En este sentido, Winter llevó a cabo un estudio sobre profesiones dominantes entre personas con alta necesidad de poder, encontrando cierta correlación positiva entre motivación de poder y determinadas profesiones tales como entrenadores, profesores, periodistas y políticos entre otros. El estudio concluyó que todas estas carreras compartían la posibilidad de influir sobre la conducta de los demás, teniendo legitimidad para otorgar recompensas y castigos.

En efecto, el ejercicio del poder depende, además de la potencial tendencia motivacional, de la posibilidad de acceso a ciertos tipos de recursos, como por ejemplo la distribución de recompensas y castigos. Otros factores, tales como la consideración social de experto o la posición y estatus profesional desempeñados influyen directamente sobre la legitimación de la autoridad y, por ende, sobre el ejercicio del poder. La importancia de las variables situacionales ha sido reivindicada desde diversas ramas de la priscología, tales como la psicología social y la psicología de las organizaciones.

Por último destacar una frase que dejó como legado una persona acostumbrada a ejercer el poder, como John Fitzgerald Kennedy, que se refirió de la siguiente manera a los riesgos que implica el poder:

“Aquellos que locamente buscan el poder cabalgando a lomos de un tigre, suelen acabar dentro de él”.

Publicado en psicólogo | Etiquetado agresión, agresividad, autoridad, castigos, clicpsicologos, competitividad, estrés, motivación, motivación de poder, motivo de poder, poder personal, poder social, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, terapia | 6 Respuestas

El Trastorno Obsesivo – Compulsivo

Posted on 30/06/2012 por clicpsicologos
3

El trastorno obsesivo – compulsivo se incluye dentro de los trastornos de ansiedad y se caracteriza por pensamientos intrusivos recurrentes y persistentes, que producen inquietud, temor o preocupación, y conductas repetitivas  dirigidas a reducir la ansiedad asociada.

Cuando se habla del trastorno obsesivo – compulsivo (TOC), generalmente se suele citar a Esquirol como un verdadero pionero en este campo, ya que, además de haber proporcionado el primer informe de caso sobre esta problemática, su concepto de monomanía incluye lo que actualmente se considera como trastorno obsesivo – compulsivo. Además de la aportación de Esquirol, la obra de Janet denominada “Las obsesiones y la psicastenia” supuso un hito fundamental para el estudio y la comprensión del TOC. Por otra parte, a lo largo del Siglo XX. se avanzó mucho en la comprensión de este intrigante trastorno, si bien es cierto que en la actualidad todavía siguen exisitendo numerosas cuestiones no resueltas al respecto.

Partiendo de lo que se contempla en los distintos sistemas de clasificación actuales, es posible entender las obsesiones como ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que suelen experimentarse como invasores, carentes de sentido, y que la persona intenta suprimir o neutralizar. Por tanto, la obsesión no es voluntaria, sino que es vivenciada por el paciente como algo que invade su conciencia. La persona no desea que la obsesión aparezca, resistiéndose y tratando de luchar contra ella, hasta que en determinadas ocasiones llega a la extenuación. Además, el sujeto no contempla la obsesión como algo externo a él mismo, reconociendo que se trata de su propio pensamiento, lo que constituye una de las características más evidentes y que puede servir para distinguir las obsesiones de otros problemas como la inserción de pensamiento.

En cuanto a las compulsiones, en general se definen como conductas repetitivas, finalistas e intencionales que se efectúan como respuesta a una obsesión, de manera estereotipada o de acuerdo con determinadas reglas. La conducta no es en sí misma placentera ni da lugar a alguna actividad útil, sino que generalmente se plantea para prevenir un desastre o un daño. Sin embargo, no siempre existe una conexión lógica o realista entre la conducta y el peligro que se quiere conjurar, o dicha conexión puede resultar claramente excesiva. En algunos casos, la persona comienza a realizar una conducta compulsiva simplemente para resguardarse o protegerse de la ansiedad. La acción está precedida o acompañada por una sensación de urgencia compulsiva y, generalmente,  existe un deseo de resistirse a ella. De este modo, la persona reconoce la irracionalidad o la falta de sentido de la conducta y no obtiene placer alguno al realizarla; aunque, a corto plazo, puede proporcionar un alivio en el nivel de estrés o de la ansiedad. En efecto, el aspecto fundamental de las compulsiones es que la persona sienta una urgencia absoluta hacia la realización de una determinada conducta y, de hecho, la lleve a cabo a pesar de que pueda haber resistencia y a pesar también de que pueda reconocer que la conducta es irracional o excesiva. Por tanto la persona puede no estar nada feliz al tener que realizar la compulsión, pero se trata de una acción voluntaria que lleva a cabo como resultado de la urgencia compulsiva, no tratándose en absoluto de una conducta automática.

Por otra parte, a la hora de abordar el trastorno obsesivo – compulsivo, lo cierto es que no resulta nada fácil delimitar con claridad los aspectos característicos que definen el TOC. Una de las principales razones hay que buscarla en la situación misma de este trastorno dentro de la psicopatología. De hecho algunos autores, aún considerando adecuada su inclusión dentro de las neurosis, lo contemplan como la más marginal de éstas.

Como argumentos que hablan a favor de la cercanía del TOC con las psicosis se puede hacer referencia a los siguientes:

  • El hecho de que los psicopatólogos franceses hablaran de las obsesiones en términos de locura e incluso que actualmente se utilice la denominación de psicosis obsesiva para referirse a cuadros obsesivos especialmente graves.
  • Lo absurdas y carentes de sentido que resultan muchas percepciones obsesivas.
  • La génesis del propio trastorno, ya que en muchas ocasiones emerge de forma súbita e incomprensible.
  • La capacidad invasiva y destructiva del trastorno.

En cuanto a los argumentos que marcan distancias entre el Trastorno obsesivo compulsivo y las psicosis, destacan los siguientes:

  • La conciencia de enfermedad que, aunque a veces sólo sea relativa, está siempre presente.
  • La carencia de intencionalidad exterior, es decir, de autorreferencia.
  • La ausencia de deterioro.
  • El hecho de que el obsesivo luche contra sus ideas, mientras que el esquizofrénico se identifica con ellas, luchando únicamente contra un exterior que le hostiga.

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afirmar que el carácter dimensional del trastorno lo acerca a las neurosis. Si bien la fijación al plano de la realidad y la conciencia de enfermedad, características de las neurosis, resultan cuestionables en las obsesiones, ya que por ejemplo un obsesivo puede verse a sí mismo como exageradamente limpio y escrupuloso, pero a la vez puede considerar irresponsable la conducta más laxa de otras personas. Además cabe añadir que, aunque se suele afirmar que las psicosis son más graves que las neurosis, en realidad algunos casos de TOC causan más problemas y resultan más incapacitantes que la esquizofrenia.
Atendiendo a la dificultad que entraña conjugar todas estas fronteras difusas, existen una serie de características propias del TOC que sirven para conceptualizar dicho trastorno. De esta manera, los principales psicólogos y psiquiatras que han hecho referencia a este padecimiento durante el Siglo XX han coincidido en señalar los siguientes criterios definicionales básicos del TOC:

  • La cualidad compulsiva de la experiencia.
  • El reconocimiento, en cierto grado, de la misma como irrelevante, absurda o sin sentido.
  • Que la experiencia sea en alguna medida resistida por la persona.

En la actualidad se considera que, aunque en la gran mayoría de los casos la persona lucha contra la obsesión o la compulsión, se producen numerosas excepciones, fundamentalmente por lo que respecta a las compulsiones. En este sentido, en los primeros estadios del trastorno la persona puede realizar agotadores esfuerzos de resistencia, pero después de fracasos repetidos a lo largo de un determinado período de tiempo comienza a dar muestras de cansancio, siendo frecuente que los pacientes con obsesiones – compulsiones crónicas y de larga evolución muestren escasa o nula resistencia.

Por último y en referencia a los tipos que puede adoptar el trastorno obsesivo – compulsivo, las formas más comunes de presentación del TOC son las siguientes:

  • Lavadores y limpiadores,  que son sujetos que tienen ideas recurrentes de contaminación o contagio a través de determinados objetos o situaciones. Para hacer frente a dicos pensamientos suelen utilizar guantes o desinfectantes de manera excesiva. También es frecuente que laven y limpien sus manos de manera compulsiva.
  • Verificadores, que es la modalidad de TOC que se presenta en las personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. Están obligados a comprobar constantemente los objetos y revisan cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o apagados, Viven con temor excesivo e irracional de causar daños a sí mismos o a los demás a causa de una falta de control y verifican constantemente las cosas. Tienen una gran necesidad de doble o triple verificación por duda o responsabilidad patológica.
  • Verificadores somáticos e hipocondríacos, en los que se presentan intrusiones obsesivas persistentes en relación a la salud, es decir, un temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida. Estos sujetos suelen verificar diversas funciones corporales, como la frecuencia cardíaca, ritmo de la respiración, temperatura corporal o diversos aspectos de su imagen corporal o anatómica.
  • Ordenadores, que se caracterizan por una excesiva exigencia en que las cosas  estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
  • Atormentados y obsesivos puros, cuya principal característica es que experimentan pensamientos negativos reiterados. No obstante no presentan comportamientos compulsivos de tipo físico, sino únicamente procesos reiterativos de carácter mental.
  • Repetidores, que son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
  • Numerales, que se caracterizan por buscar un sentido especial a los números que les rodean. Estos sujetos suman, restan y cambian los números que se encuentran en su día a día hasta que obtienen números que les resultan significactivos.
  • Acumuladores, cuya característica principal es la colección de numerosos objetos insignificantes y de los que no pueden desprenderse.
  • Filosofales, que se definen en base a sus tendencias inciertas y metafísicas, de las que no pueden desprenderse.
  • Perfeccionistas, que se definen por su nivel de autoexigencia y autocrítica. Muestran una excesiva preocupación por detalles menores e irrelevantes y una tendencia a intentar realizar las tareas de manera perfecta.
  • Ritualizadores mentales, que acostumbran a apelar a pensamientos repetitivos, llamados compulsiones mentales, con la finalidad de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones
  • Otros tipos de TOC son los que padecen los sujetos indecisos, pensadores mágicos y preguntadores compulsivos.

Publicado en psicólogo | Etiquetado ansiedad, clicpsicologos, compulsión, compulsiones, Esquirol, esquizofrenia, esquizofrénico, estrés, Janet, monomanía, neurosis, obsesión, obsesiones, obsesivo - compulsivo, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, psicosis, psicosis obsesiva, terapia, TOC, trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo - compulsivo | 3 Respuestas

El afrontamiento emocional

Posted on 26/06/2012 por clicpsicologos
132

El afrontamiento describe los cambios comportamentales producidos por las emociones y que hacen que las personas se preparen para la acción. De hecho, muchos psicólogos consideran que el afrontamiento se constituye como un conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, que están en un constante cambio para adaptarse a las condiciones desencadenantes, y que se desarrollan para manejar las demandas, tanto internas como externas, que son valoradas como excedentes o desbordantes para los recursos de la persona. El afrontamiento es, por tanto, un proceso psicológico que se pone en marcha cuando en el entorno se producen cambios no deseados que generan estrés, o cuando las consecuencias de estos sucesos no son las deseables.

El aprendizaje y la cultura filtran decisivamente también los procesos de afrontamiento, de tal modo que las formas primitivas y básicas de afrontamiento propias de las emociones básicas se transforman habitualmente a formas de afrontamiento extendido, más cercano a la resolución  de problemas que a los patrones automáticos de conducta. Estas formas de afrontamiento extendido tienden a sobregeneralizarse, puesto que todo afrontamiento que ha sido utilizado con éxito en la resolución de una situación emocional, tiende a ser utilizado persistentemente tras desaparecer el problema que originó su movilización e incluso, en ocasiones, se mantiene y ejecuta ante nuevas situaciones en las que no es funcional su utilización. De forma equivalente, si una forma de afrontamiento fracasa, la sobregeneralización puede acarrear su abandono, incluso ante situaciones frente a las que sí sería funcional y pertinente su uso, pudiendo llegar incluso a generar situaciones de indefensión.

La tendencia a la sobregeneralización facilita el desarrollo de los denominados estilos de afrontamiento, que son formas personales propias y características de afrontamiento que cada sujeto ejerce preferentemente para responder ante las emociones.

Son varias las dimensiones a lo largo de las cuales se desarrollan estas formas de afrontamiento extendido. Atendiendo, en primer lugar, al método utilizado en el afrontamiento, distinguimos entre el afrontamiento activo que moviliza esfuerzos para la solución de la situación, del afrontamiento pasivo en el que se inhibe toda actuación. Atendiendo a la focalización del afrontamiento, se distingue entre el afrontamiento dirigido al problema, en el que se intentan controlar las condiciones responsables del problema, del afrontamiento dirigido a la respuesta emocional, en el que se pretende controlar la propia respuesta emocional observable. Por su parte, atendiendo al tipo de actividad movilizada en el afrontamiento, se distingue entre formas de actividad cognitiva o actividad conductual. Finalmente, otra dimensión recoge los esfuerzos encaminados a la evaluación situacional inicial, que focalizan el esfuerzo en obtener más información para analizar con más profundidad la situación.

Con respecto al afrontamiento de las principales emociones, en el caso del miedo, la principal preparación para la acción de la respuesta emocional de  miedo es la facilitación de respuestas de escape o evitación ante situaciones peligrosas. De hecho si la huida no es posible o no es deseada, el miedo también motiva a afrontar los peligros. En cualquier caso, el miedo constituye una respuesta funcional que intenta fomentar la protección de las personas. Por otra parte, el afrontamiento de la ira cumple una variedad de funciones adaptativas, incluyendo la organización y regulación de procesos internos, psicológicos y fisiológicos, relacionados con la autodefensa, así como la regulación de conductas sociales e interpersonales. La principal preparación para la acción es un impulso para atacar, con la finalidad de eliminar los obstáculos que impiden la consecución de los objetivos deseados y que generan frustración. Por último y con respecto a la tristeza, la mayor parte de los trabajos sobre las consecuencias de la tristeza parecen indicar que ésta reduce la actividad de la persona por focalizarla hacia uno mismo, previniendo traumas y facilitando la recuperación de energía. Además, también se ha considerado que la tristeza cumple funciones de cohesión con otras personas, ya que permite tanto comunicar el bajo estado anímico como solicitar la ayuda de los demás.

Publicado en psicólogo | Etiquetado afrontamiento, afrontamiento activo, afrontamiento pasivo, aprendizaje, clicpsicologos, emociones, emociones básicas, estilos de afrontamiento, estrés, ira, miedo, proceso psicológico, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, resolución de problemas, terapia, tristeza | 132 Respuestas

Relaciones interpersonales y apoyo social

Posted on 21/06/2012 por clicpsicologos
Responder

Las personas somos seres eminentemente sociales y por tanto establecemos diversos tipos de relaciones interpersonales a lo largo de nuestras vidas. Dichas relaciones forman parte esencial de nuestra esfera social y sin ellas la vida humana sería inconcebible. En este sentido, diversos psicólogos de prestigio como Baumeister y Leary afirman que la necesidad de pertenencia o integración es una motivación humana básica, que consiste en un fuerte impulso para formar y mantener una serie de relaciones interpersonales duraderas, positivas y significativas. Además, estos autores sostienen que la satisfacción de este impulso implica los siguientes factores:

• Necesidad de interacciones frecuentes y afectivamente agradables con varias personas.

• Estas interacciones han de ocurrir en el contexto de un marco temporalmente estable y duradero de preocupación afectiva por el bienestar de la otra persona.

La soledad y la falta de pertenencia producen una privación grave y, en consecuencia numerosos trastornos entre los que destacan la depresión, baja autoestima y falta de habilidades sociales.

Las principales investigaciones llevadas a cabo desde el ámbito de la psicología han puesto de manifiesto que las relaciones interpersonales están estrechamente vinculadas con el bienestar de las personas y que tras la mayor parte de los comportamientos, cogniciones y emociones humanas, subyacen motivaciones sociales.

Otro hallazgo importante sobre las relaciones interpersonales, es que más que las características objetivas de las redes sociales de las personas, lo que parece mucho más importante de cara a la salud es si dichas redes proporcionan o no apoyo social. En este sentido, el apoyo social se compone de cuatro dimensiones fundamentales:

• Apoyo social emocional, que está relacionado con la estima, el afecto y la confianza que reciben las personas. De todos los tipos de apoyo, éste suele ser el que está más relacionado con la salud y el bienestar. De hecho las expresiones de afecto y cariño pueden tener efectos beneficiosos sobre múltiples factores asociados a la ansiedad y al estrés.

• Apoyo social instrumental, que tiene ver con la ayuda material que una persona recibe. Este tipo de apoyo, para ser efectivo, debe estar estrechamente vinculado con el factor estresante.

• Apoyo social empático, que se relaciona con los componentes de auto – afirmación, recepción de retroalimentación y de comparación social. Este tipo de apoyo proporciona validez y seguridad a las creencias y capacidades de las personas. Además incrementa la probabilidad de que los individuos afronten con realismo las demandas del medio.

• Apoyo informativo, que hace referencia a los consejos y sugerencias que reciben las personas. Este tipo de apoyo puede influir en las conductas relacionadas con la salud, o puede ayudar a evitar situaciones estresantes o arriesgadas. Es conveniente aclarar que el apoyo informativo no es igual a la información general que recibe un sujeto, sino más bien la información procedente de las personas con quienes se mantienen vínculos estrechos. De esta manera, es mucho más probable que una persona fume o beba alcohol si en su círculo familiar y de amistades estas conductas están extendidas y son ampliamente aceptadas que si no lo son.

En la actualidad hay dos líneas principales de investigación con referencia al apoyo social. El primer grupo de investigaciones se centran en medir si la persona se siente querida, valorada y si percibe que dispone de gente que le puede proporcionar ayuda en caso de necesitarla. Se trata, pues, de una percepción del apoyo social orientada hacia el futuro. Por su parte, la otra línea de investigación concibe el apoyo social en relación con el pasado, analizando si la persona ha recibido apoyo emocional, instrumental, informativo y empático a lo largo de su vida. Los resultados obtenidos han mostrado que los índices de apoyo social orientados hacia el futuro están más relacionados con la salud y el bienestar de las personas que los índices que se basan en el pasado.

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede concluir que las relaciones interpersonales y el apoyo social son factores que tienen una gran importancia en la vida de las personas, proporcionando efectos beneficiosos tanto en la salud física como en la salud psíquica.

Publicado en psicólogo | Etiquetado ansiedad, apoyo social, autoestima, bienestar, clicpsicologos, comparación social, depresión, emociones, estrés, habilidades sociales, motivación, motivaciones sociales, pertenencia, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, relaciones interpersonales, salud, soledad, terapia, trastornos | Deja un comentario

Efectos del ruido en la salud mental

Posted on 16/06/2012 por clicpsicologos
2

El ruido puede ser definido como un sonido no deseado e inarticulado que, por lo general, resulta desagradable y que en determinadas ocasiones puede resultar perturbador e incluso dañino para el que lo escucha.

En las últimas décadas ha habido un creciente interés entre los psicólogos por determinar la influencia del ruido sobre la conducta. La investigación ha puesto de relieve que el ruido no sólo produce malestar general, sino que también dificulta la atención, la comunicación, el descanso y el sueño, produciendo igualmente estrés crónico, trastornos psicofisiológicos y alteraciones del sistema inmunitario. La difusión de los efectos dañinos del ruido, que también afectan al campo de la relación con otras personas, ha hecho emerger un nuevo problema social que actualmente preocupa.

Haciéndose eco de esta inquietud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ido reuniendo desde 1980 un número considerable  de estudios especializados. En esta línea, la OMS convocó en 1999 en Londres a un grupo de expertos a los que encargó la elaboración de una Guía del ruido urbano, con la triple finalidad de concienciar a la población y a las autoridades sobre los efectos nocivos del ruido, exigir las responsabilidades oportunas y promover los cambios legislativos correspondientes.

El documento de la OMS, que va respaldado por los resultados de centenares de estudios, destaca, además de efectos conductuales muy diversos, la importancia del impacto del ruido en la conducta social. Concretamente, se explica que la exposición al ruido, si coincide con la activación de una hostilidad preexistente, puede desencadenar la agresión. Además, existe constante evidencia de que el ruido, por encima de los 80 decibelios, está asociado a una reducción del comportamiento de ayuda y a un incremento de la conducta agresiva. Por otra parte, la exposición a un ruido fuerte y continuo puede hacer que los niños sean más vulnerables a los sentimientos de desamparo.

Una situación de ruido particularmente estudiada desde el ámbito de la psicología, ha sido la de poblaciones situadas en las inmediaciones de aeropuertos. De hecho, se ha comprobado, con evidente preocupación, que los niños expuestos de forma constante al ruido de aviones presentaban problemas en el aprendizaje de la lectura y que adultos, en las mismas condiciones, tenían dificultades para concentrarse y pérdidas de memoria.

Si bien el volumen excesivo es uno de los factores más importantes en la respuesta negativa al ruido, otra variable significativa es la impredictibilidad. De este modo, es más fácil adaptarse a sonidos predecibles, tales como el ruido de la lluvia o el tic – tac de un reloj, que a sonidos inesperados, como un trueno repentino. De hecho, se ha demostrado que cuando el sujeto tiene un cierto control sobre el ruido, el malestar se reduce. Por tanto, en aquellos experimentos en los que los participantes pueden eliminar el ruido apretando un botón, son capaces de rendir más y de sentirse más cómodos aunque no aprieten dicho botón.

Publicado en psicólogo | Etiquetado agresión, atención, clicpsicologos, conducta agresiva, estrés, hostilidad, memoria, OMS, Organización Mundial de la Salud, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, ruido, salud mental, terapia | 2 Respuestas

Las actitudes

Posted on 12/06/2012 por clicpsicologos
308

En la actualidad la mayor parte de los psicólogos coinciden en definir las actitudes como evaluaciones globales y relativamente estables que las personas hacen sobre otras personas, ideas o cosas que, técnicamente, reciben la denominación de objetos de actitud. De manera más concreta, al hablar de actitudes se hace referencia al grado positivo o negativo con que las personas tienden a juzgar cualquier aspecto de la realidad. De este modo, las evaluaciones o juicios generales que caracterizan la actitud pueden ser positivas, negativas o neutras y además pueden variar en su grado de polarización.

Los seres humanos presentan actitudes hacia cualquier objeto de actitud imaginable, tales como objetos materiales, personas, situaciones o ideas. A su vez, dichos objetos de actitud pueden ser concretos o abstractos.

Otra de las características esenciales de las actitudes es que constituyen un fenómeno mental. Es decir, reflejan una tendencia evaluativa que no es directamente observable desde fuera del propio sujeto. Por tanto, se hace necesario inferir las actitudes de las personas a partir de ciertos indicadores. Por otra parte, dichas evaluaciones o juicios presentan una estructura tripartita compuesta por los siguientes componentes:

  • Componente cognitivo, que incluye los pensamientos y creencias de la persona acerca del objeto de actitud.
  • Componente afectivo, que agrupa los sentimientos y emociones asociados al objeto de actitud.
  • Componente conductual, que recoge las intenciones o disposiciones a la acción, así como los comportamientos dirigidos hacia el objeto de actitud.

Las personas poseen actitudes hacia la mayoría de estímulos que les rodean. Incluso para aquellos objetos para los cuales podemos no tener ningún conocimiento ni experiencia, enseguida podemos evaluarlos en la dimensión bueno – malo, o me gusta – no me gusta. Si bien, la formación de alguna de estas evaluaciones puede estar influida por aspectos genéticos, como parece ocurrir con ciertos estímulos muy concretos, tales como serpientes, arañas o determinados sonidos y sabores, y cuyo origen parece radicar en mecanismos relativamente innatos que han favorecido a la especie en épocas ancestrales, la mayoría de las actitudes tienen sus raíces en el aprendizaje y el desarrollo social. De esta forma, muchas actitudes se adquieren de alguna de las siguientes maneras:

  • Por condicionamiento instrumental, es decir, por medio de los premios y castigos que recibimos por nuestra conducta.
  • Por modelado o imitación de otros.
  • Por refuerzo vicario u observación de las consecuencias de la conducta de otros.

En cuanto a la función de este tipo de evaluaciones o juicios sobre la realidad, los psicólogos suelen hacer referencia a tres funciones principales, que son la de organización del conocimiento, la instrumental y la de identidad.

Con respecto a la función de organización del conocimiento, ésta se manifiesta estructurando, organizando y dando coherencia a todo el mundo estimular que se presenta ante nosotros, consiguiendo así una mejor adaptación al ambiente con el que interactuamos. Además, el hecho de que nuestro conocimiento del mundo esté organizado en términos evaluativos, afecta a la forma en que procesamos cualquier información. Así, los procesos de exposición y atención a cualquier estímulo, su codificación a través de la percepción y el juicio, así como su recuperación de la memoria, se ven influidos por nuestras evaluaciones previas. Por tanto, las actitudes guían la búsqueda y la exposición a información relevante, acercando a la persona a todos aquellos aspectos de la realidad congruentes con ellas y evitando aquellos elementos que les sean contrarios. En definitiva, se puede afirmar que  el conocimiento proporciona control sobre el ambiente, y mantener nuestras cogniciones organizadas de forma coherente y libres de tensiones aumenta la certeza en lo que sabemos y, por consiguiente, nuestra sensación de control sobre la realidad.

Otra función de las actitudes es la instrumental, que tiene su origen en las teorías del aprendizaje, según las cuales las actitudes ayudan a la persona a alcanzar los objetivos deseados y que les proporcionarán recompensas, así como a evitar los no deseados y cuya consecuencia es el castigo. Al promover la aproximación a estímulos gratificantes y la evitación de estímulos aversivos, optimizan las relaciones de los individuos con su entorno, maximizan los premios y minimizan los castigos. Dicho de otro modo, a través de las actitudes podemos conseguir lo que queremos y evitar aquello que no nos gusta, contribuyendo de esta forma a crear sensaciones de libertad y competencia.

Por último, las actitudes desempeñan una función de identidad, ya que las personas suelen manifestarlas públicamente, expresando opiniones y valoraciones sobre multitud de asuntos y cuestiones. La expresión de las actitudes personales, así como sus correspondientes comportamientos, sirven para informar a los demás de quiénes somos. Además, dicha expresión permite a las personas mostrar sus principios y valores, así como identificarse con los grupos que comparten actitudes similares. De este modo, la expresión de actitudes sirve para acercarse a otras personas con maneras de pensar similares, contribuyendo de esa forma a satisfacer la necesidad básica de aceptación y pertenencia grupal.

A modo de conclusión, se puede observar que si consideramos conjuntamente las funciones que cumplen las actitudes, podemos observar su importancia a la hora de satisfacer las necesidades psicológicas fundamentales de los humanos, que son las siguientes:

  • Tener conocimiento y control sobre el entorno.
  • Mantener cierto equilibrio y sentido interno.
  • Sentirnos bien con nosotros mismos y ser aceptados por los demás.

Publicado en psicólogo | Etiquetado actitudes, afectivo, clicpsicologos, cognitivo, condicionamiento instrumental, conductual, emociones, estímulos, imitación, memoria, modelado, objetos de actitud, organización del conocimiento, pertenencia grupal, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, refuerzo vicario, teorías del aprendizaje, terapia, valores | 308 Respuestas

Navegación de entradas

← Entradas más antiguas
Entradas más nuevas →
Consulta a un psicólogo gratis

Visita nuestra web

  • Psicólogo online
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Estrés
  • Fobias
  • Otros tratamientos
Clicpsicologos web

Últimas entradas

  • Consejos para superar la ruptura
  • Precaución: estrés a la vista
  • Alfred Adler: psicología individual y teoría de superación
  • El Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña organiza la Fiesta de la Psicología Solidaria para promover la atención gratuita a personas sin recursos
  • Amaxofobia: la pesadilla de conducir
  • WhatsApp y sus riesgos
  • Freud y el Psicoanálisis
  • Qué es la timidez y cómo superarla
  • El estrés laboral, causas y afrontamiento
  • El Trastorno Límite de la Personalidad
  • Ortorexia: obsesión por comer sano
  • Consejos para cumplir los objetivos de año nuevo
  • Depresión invernal: la influencia de la luz en el estado anímico
  • Qué es el asco
  • Optimismo y Salud
  • Salud mental y deporte
  • Psicología y alimentación
  • Qué es la sorpresa
  • Agresión y violencia en la sociedad
  • El Trastorno de Estrés Postraumático

Suscríbete al Blog

Subscribe

Web patrocinadas:

Hogar Salud es una web deSevilla que ofrece servicios médicos profesionales como enfermeras a domicilio, cuidado de ancianos y personas mayores o ayuda a domicilio entre otros. Si quieres más información acerca de estos servicios médicos, haz clic en los siguientes enlaces: Enfermeras a domicilio en Sevilla Cuidado de ancianos en Sevilla Ayuda a Domicilio Sevilla
Este blog utiliza cookies para mejorar la experiencia de navegación. Asumimos que estás de acuerdo con este uso. Puedes ver nuestra ley de cookies. Aceptar Saber más
Privacy & Cookies Policy

Necesarias Siempre activado