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El Trastorno Obsesivo – Compulsivo

Posted on 30/06/2012 por clicpsicologos
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El trastorno obsesivo – compulsivo se incluye dentro de los trastornos de ansiedad y se caracteriza por pensamientos intrusivos recurrentes y persistentes, que producen inquietud, temor o preocupación, y conductas repetitivas  dirigidas a reducir la ansiedad asociada.

Cuando se habla del trastorno obsesivo – compulsivo (TOC), generalmente se suele citar a Esquirol como un verdadero pionero en este campo, ya que, además de haber proporcionado el primer informe de caso sobre esta problemática, su concepto de monomanía incluye lo que actualmente se considera como trastorno obsesivo – compulsivo. Además de la aportación de Esquirol, la obra de Janet denominada “Las obsesiones y la psicastenia” supuso un hito fundamental para el estudio y la comprensión del TOC. Por otra parte, a lo largo del Siglo XX. se avanzó mucho en la comprensión de este intrigante trastorno, si bien es cierto que en la actualidad todavía siguen exisitendo numerosas cuestiones no resueltas al respecto.

Partiendo de lo que se contempla en los distintos sistemas de clasificación actuales, es posible entender las obsesiones como ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que suelen experimentarse como invasores, carentes de sentido, y que la persona intenta suprimir o neutralizar. Por tanto, la obsesión no es voluntaria, sino que es vivenciada por el paciente como algo que invade su conciencia. La persona no desea que la obsesión aparezca, resistiéndose y tratando de luchar contra ella, hasta que en determinadas ocasiones llega a la extenuación. Además, el sujeto no contempla la obsesión como algo externo a él mismo, reconociendo que se trata de su propio pensamiento, lo que constituye una de las características más evidentes y que puede servir para distinguir las obsesiones de otros problemas como la inserción de pensamiento.

En cuanto a las compulsiones, en general se definen como conductas repetitivas, finalistas e intencionales que se efectúan como respuesta a una obsesión, de manera estereotipada o de acuerdo con determinadas reglas. La conducta no es en sí misma placentera ni da lugar a alguna actividad útil, sino que generalmente se plantea para prevenir un desastre o un daño. Sin embargo, no siempre existe una conexión lógica o realista entre la conducta y el peligro que se quiere conjurar, o dicha conexión puede resultar claramente excesiva. En algunos casos, la persona comienza a realizar una conducta compulsiva simplemente para resguardarse o protegerse de la ansiedad. La acción está precedida o acompañada por una sensación de urgencia compulsiva y, generalmente,  existe un deseo de resistirse a ella. De este modo, la persona reconoce la irracionalidad o la falta de sentido de la conducta y no obtiene placer alguno al realizarla; aunque, a corto plazo, puede proporcionar un alivio en el nivel de estrés o de la ansiedad. En efecto, el aspecto fundamental de las compulsiones es que la persona sienta una urgencia absoluta hacia la realización de una determinada conducta y, de hecho, la lleve a cabo a pesar de que pueda haber resistencia y a pesar también de que pueda reconocer que la conducta es irracional o excesiva. Por tanto la persona puede no estar nada feliz al tener que realizar la compulsión, pero se trata de una acción voluntaria que lleva a cabo como resultado de la urgencia compulsiva, no tratándose en absoluto de una conducta automática.

Por otra parte, a la hora de abordar el trastorno obsesivo – compulsivo, lo cierto es que no resulta nada fácil delimitar con claridad los aspectos característicos que definen el TOC. Una de las principales razones hay que buscarla en la situación misma de este trastorno dentro de la psicopatología. De hecho algunos autores, aún considerando adecuada su inclusión dentro de las neurosis, lo contemplan como la más marginal de éstas.

Como argumentos que hablan a favor de la cercanía del TOC con las psicosis se puede hacer referencia a los siguientes:

  • El hecho de que los psicopatólogos franceses hablaran de las obsesiones en términos de locura e incluso que actualmente se utilice la denominación de psicosis obsesiva para referirse a cuadros obsesivos especialmente graves.
  • Lo absurdas y carentes de sentido que resultan muchas percepciones obsesivas.
  • La génesis del propio trastorno, ya que en muchas ocasiones emerge de forma súbita e incomprensible.
  • La capacidad invasiva y destructiva del trastorno.

En cuanto a los argumentos que marcan distancias entre el Trastorno obsesivo compulsivo y las psicosis, destacan los siguientes:

  • La conciencia de enfermedad que, aunque a veces sólo sea relativa, está siempre presente.
  • La carencia de intencionalidad exterior, es decir, de autorreferencia.
  • La ausencia de deterioro.
  • El hecho de que el obsesivo luche contra sus ideas, mientras que el esquizofrénico se identifica con ellas, luchando únicamente contra un exterior que le hostiga.

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afirmar que el carácter dimensional del trastorno lo acerca a las neurosis. Si bien la fijación al plano de la realidad y la conciencia de enfermedad, características de las neurosis, resultan cuestionables en las obsesiones, ya que por ejemplo un obsesivo puede verse a sí mismo como exageradamente limpio y escrupuloso, pero a la vez puede considerar irresponsable la conducta más laxa de otras personas. Además cabe añadir que, aunque se suele afirmar que las psicosis son más graves que las neurosis, en realidad algunos casos de TOC causan más problemas y resultan más incapacitantes que la esquizofrenia.
Atendiendo a la dificultad que entraña conjugar todas estas fronteras difusas, existen una serie de características propias del TOC que sirven para conceptualizar dicho trastorno. De esta manera, los principales psicólogos y psiquiatras que han hecho referencia a este padecimiento durante el Siglo XX han coincidido en señalar los siguientes criterios definicionales básicos del TOC:

  • La cualidad compulsiva de la experiencia.
  • El reconocimiento, en cierto grado, de la misma como irrelevante, absurda o sin sentido.
  • Que la experiencia sea en alguna medida resistida por la persona.

En la actualidad se considera que, aunque en la gran mayoría de los casos la persona lucha contra la obsesión o la compulsión, se producen numerosas excepciones, fundamentalmente por lo que respecta a las compulsiones. En este sentido, en los primeros estadios del trastorno la persona puede realizar agotadores esfuerzos de resistencia, pero después de fracasos repetidos a lo largo de un determinado período de tiempo comienza a dar muestras de cansancio, siendo frecuente que los pacientes con obsesiones – compulsiones crónicas y de larga evolución muestren escasa o nula resistencia.

Por último y en referencia a los tipos que puede adoptar el trastorno obsesivo – compulsivo, las formas más comunes de presentación del TOC son las siguientes:

  • Lavadores y limpiadores,  que son sujetos que tienen ideas recurrentes de contaminación o contagio a través de determinados objetos o situaciones. Para hacer frente a dicos pensamientos suelen utilizar guantes o desinfectantes de manera excesiva. También es frecuente que laven y limpien sus manos de manera compulsiva.
  • Verificadores, que es la modalidad de TOC que se presenta en las personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. Están obligados a comprobar constantemente los objetos y revisan cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o apagados, Viven con temor excesivo e irracional de causar daños a sí mismos o a los demás a causa de una falta de control y verifican constantemente las cosas. Tienen una gran necesidad de doble o triple verificación por duda o responsabilidad patológica.
  • Verificadores somáticos e hipocondríacos, en los que se presentan intrusiones obsesivas persistentes en relación a la salud, es decir, un temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida. Estos sujetos suelen verificar diversas funciones corporales, como la frecuencia cardíaca, ritmo de la respiración, temperatura corporal o diversos aspectos de su imagen corporal o anatómica.
  • Ordenadores, que se caracterizan por una excesiva exigencia en que las cosas  estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
  • Atormentados y obsesivos puros, cuya principal característica es que experimentan pensamientos negativos reiterados. No obstante no presentan comportamientos compulsivos de tipo físico, sino únicamente procesos reiterativos de carácter mental.
  • Repetidores, que son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
  • Numerales, que se caracterizan por buscar un sentido especial a los números que les rodean. Estos sujetos suman, restan y cambian los números que se encuentran en su día a día hasta que obtienen números que les resultan significactivos.
  • Acumuladores, cuya característica principal es la colección de numerosos objetos insignificantes y de los que no pueden desprenderse.
  • Filosofales, que se definen en base a sus tendencias inciertas y metafísicas, de las que no pueden desprenderse.
  • Perfeccionistas, que se definen por su nivel de autoexigencia y autocrítica. Muestran una excesiva preocupación por detalles menores e irrelevantes y una tendencia a intentar realizar las tareas de manera perfecta.
  • Ritualizadores mentales, que acostumbran a apelar a pensamientos repetitivos, llamados compulsiones mentales, con la finalidad de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones
  • Otros tipos de TOC son los que padecen los sujetos indecisos, pensadores mágicos y preguntadores compulsivos.

Publicado en psicólogo | Etiquetado ansiedad, clicpsicologos, compulsión, compulsiones, Esquirol, esquizofrenia, esquizofrénico, estrés, Janet, monomanía, neurosis, obsesión, obsesiones, obsesivo - compulsivo, psicologia, psicólogo, psicólogo en internet, Psicólogo Online, psicólogos, psicosis, psicosis obsesiva, terapia, TOC, trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo - compulsivo | 3 Respuestas
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