Las personas somos seres eminentemente sociales y por tanto establecemos diversos tipos de relaciones interpersonales a lo largo de nuestras vidas. Dichas relaciones forman parte esencial de nuestra esfera social y sin ellas la vida humana sería inconcebible. En este sentido, diversos psicólogos de prestigio como Baumeister y Leary afirman que la necesidad de pertenencia o integración es una motivación humana básica, que consiste en un fuerte impulso para formar y mantener una serie de relaciones interpersonales duraderas, positivas y significativas. Además, estos autores sostienen que la satisfacción de este impulso implica los siguientes factores:
• Necesidad de interacciones frecuentes y afectivamente agradables con varias personas.
• Estas interacciones han de ocurrir en el contexto de un marco temporalmente estable y duradero de preocupación afectiva por el bienestar de la otra persona.
La soledad y la falta de pertenencia producen una privación grave y, en consecuencia numerosos trastornos entre los que destacan la depresión, baja autoestima y falta de habilidades sociales.
Las principales investigaciones llevadas a cabo desde el ámbito de la psicología han puesto de manifiesto que las relaciones interpersonales están estrechamente vinculadas con el bienestar de las personas y que tras la mayor parte de los comportamientos, cogniciones y emociones humanas, subyacen motivaciones sociales.
Otro hallazgo importante sobre las relaciones interpersonales, es que más que las características objetivas de las redes sociales de las personas, lo que parece mucho más importante de cara a la salud es si dichas redes proporcionan o no apoyo social. En este sentido, el apoyo social se compone de cuatro dimensiones fundamentales:
• Apoyo social emocional, que está relacionado con la estima, el afecto y la confianza que reciben las personas. De todos los tipos de apoyo, éste suele ser el que está más relacionado con la salud y el bienestar. De hecho las expresiones de afecto y cariño pueden tener efectos beneficiosos sobre múltiples factores asociados a la ansiedad y al estrés.
• Apoyo social instrumental, que tiene ver con la ayuda material que una persona recibe. Este tipo de apoyo, para ser efectivo, debe estar estrechamente vinculado con el factor estresante.
• Apoyo social empático, que se relaciona con los componentes de auto – afirmación, recepción de retroalimentación y de comparación social. Este tipo de apoyo proporciona validez y seguridad a las creencias y capacidades de las personas. Además incrementa la probabilidad de que los individuos afronten con realismo las demandas del medio.
• Apoyo informativo, que hace referencia a los consejos y sugerencias que reciben las personas. Este tipo de apoyo puede influir en las conductas relacionadas con la salud, o puede ayudar a evitar situaciones estresantes o arriesgadas. Es conveniente aclarar que el apoyo informativo no es igual a la información general que recibe un sujeto, sino más bien la información procedente de las personas con quienes se mantienen vínculos estrechos. De esta manera, es mucho más probable que una persona fume o beba alcohol si en su círculo familiar y de amistades estas conductas están extendidas y son ampliamente aceptadas que si no lo son.
En la actualidad hay dos líneas principales de investigación con referencia al apoyo social. El primer grupo de investigaciones se centran en medir si la persona se siente querida, valorada y si percibe que dispone de gente que le puede proporcionar ayuda en caso de necesitarla. Se trata, pues, de una percepción del apoyo social orientada hacia el futuro. Por su parte, la otra línea de investigación concibe el apoyo social en relación con el pasado, analizando si la persona ha recibido apoyo emocional, instrumental, informativo y empático a lo largo de su vida. Los resultados obtenidos han mostrado que los índices de apoyo social orientados hacia el futuro están más relacionados con la salud y el bienestar de las personas que los índices que se basan en el pasado.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede concluir que las relaciones interpersonales y el apoyo social son factores que tienen una gran importancia en la vida de las personas, proporcionando efectos beneficiosos tanto en la salud física como en la salud psíquica.